Las chicas que han probado el esmalte shellac no me dejaran mentir, es difícil no volverse adicta a ellas, especialmente durante el verano. Cuando tus uñas están recibiendo daños en la playa o tu itinerario de vacaciones no incluye un manicure, un esmalte que no desaparezca es un must y aunque no lo creas este tipo de manicure tiene sus ventajas.

Al realizarte un manicure con shellac puedes:

– Mantener unas uñas perfectamente esmaltadas hasta que se empieza a ver la línea de demarcación, por el crecimiento de la uña. Es decir, una media de dos semanas en las manos y hasta mes y medio en los pies.

– El tiempo de secado es CERO. Puedes meter la mano en el bolso o ponerte las botas al instante, algo que muchas de nosotras necesitamos ya que no detenemos nuestra vida por tener las uñas humedas.

– El color es duradero y resistente a los golpes durante 14 días (de promedio) en manos y 40 días en los pies.

– El acabado es idéntico al de un esmalte pero con el doble de brillo.

– Se elimina con acetona pura en 10 minutos.

– No tiene olor.